jueves, 27 de marzo de 2008

Half wind



Es dificil saber decir basta,
cuando te queda un sabor dulce a pesar de todo el dolor,
cuando recuerdas los paseos por el campo con la hierba alta,
cuando aún escuchas el viento fresco del mar.

En cierto modo volvería a correr con ella por las calles,
gritando que la quiero a los reyes y mendigos,
podría volver a hacerlo seguramente..

Podría hacer mil locuras por recuperar su frescura,
pero ya la ha perdido.
Podría pasar horas charlando con ella,
escuchandola reir y acabaría llorando de nuevo.

Y en definitiva tanto caos y desorden me matan cada día,
porque la margarita se está quedando sin pétalos, está la cosa jodída..


sábado, 22 de marzo de 2008

The Man in Me




Hoy he soñado que te vestias de seda y me mirabas con los ojos de antaño,
que me abrías los brazos y me sonreias,
que ya no había telarañas en tus manos.

But now i´m not made to roll,
and old songs doesn´t talk about me.

Anoche soñé mientras juraba que estos meses eran mentira,
y jugaba con la sal de las olas entre mis pies,
con aquella tenue brisa que sentía cuando paseaba a tu lado.

But now the dreams have died,
and my road is steady and straight.

Anoche soñé que nada cambiaba,
y hoy ya tu voz me suena menos limpia,
y ya he aprendido a no besarte a ti.

And it´s a shame you never complained what this song said:

" The man in me will hide sometimes to keep from bein' seen,
But that's just because he doesn't want to turn into some machine."




domingo, 16 de marzo de 2008

Chove en Santiago




Aquella noche caminaba sola por Santiago,
sentía las gotas cayendole sobre sus manos, como esperando empaparle hasta el último hueso.
En aquella huida que tantas veces había repetido cruzaba la plaza de Obradoiro y resbalaba por los jardines de aquel pequeño convento, escuchando como sus jardínes la envolvían de nuevo en su refugio.
Otra vez aquel camino, otra vez aquel lamento, otra vez aquella lluvia que empapaba su ropa, otra vez aquellos pasos lentos y otra vez aquel arpa que tan tarde rompía la soledad de las calles, y la enriquecía al mísmo tiempo..
Había vuelto a aquella ciudad como cada vez que perdía, había vuelto a llorar.
Había vuelto a ver su cielo gris en sus calles antiguas, para sentirse derrotada y renacer.
Pero esta vez ya no podía y renunció a levantarse.
Ella quería descansar en esas calles escuchando por última vez aquella dulce música del arpa mientras la lluvia la arrastraba poco a poco.
Había emprendido el camino ya varias veces y siempre acababa en Santiago llorando su derrota, lastimadas ganas de quien siempre escucha chover.
Echaba de menos sus calles donde siempre vivía su alma, triste y hermosa, aquella mujer sentía que no deseaba seguir buscando, que se quedaría en Santiago. Y descansa allí desde entonces.
Y si caminas de noche por Santiago mientras chove y suena un arpa, detente y escucha.
Porque en aquella esquina de la plaza que acaba en cuesta a las puertas de lo que hoy en dia es un parador descansa mecida y son sus lágrimas las que mojan Santiago...