Llega un momento de la vida en que como muchas otras veces tiene que pasar algo que te haga darte cuenta realmente de que las cosas han de cambiar. Normalmente cuando se trata de un cambio importante, o la reacción a algo doloroso que se empieza a esfumar, sientes cierta rabia que te empuja a moverte con más firmeza.
Sientes que quizás las fuerzas vayan faltando cada vez menos. Es suave pero enérgico.
Va contigo poco a poco y en cierto modo ves que puedes salir de aquello de lo que quieres salir.
Además hay ocasiones en que esos cambios van movidos precisamente por aquello que te causa el dolor. Te hacen plantearte más cosas e incluso te refuerzan, te hacen mas duro y más feliz.
Yo llevo unos meses bastante KO, pero creo que empiezo a encontrar esas fuerzas y espero que no demasiado tarde.
Ey! solo quiero estar tranquilo :)